Esta historia es antigua, se remonta al año 1083 o 1085 con la conquista de Madrid por parte de Alfonso VI. Se dice que cuando el rey llegó acompañado de sus tropas se encontraron con la inexpugnable muralla que los árabes habían construido en el siglo IX. Uno de los soldados, sin temor a los ataques de los árabes desde la muralla, consiguió treparla con la misma ligereza que un gato, ayudándose de una daga que clavaba en las junturas de las piedras. la gente exclamaba ¡Mira…si parece un gato! por lo que fue apodado el gato. A partir de entonces, él y sus descendientes, recibieron el apellido de Gato, siendo uno de los grandes linajes madrileños.
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